jueves, 2 de noviembre de 2017

MICRORRELATOS DE TERROR FINALISTAS 2017

Aquí tenéis los ocho microrrelatos de terror finalistas. El viernes, 3 de noviembre, entregaremos  en la biblioteca el premio al ganador en el recreo. Si estás entre los seleccionados, no faltes. Puedes votar en la columna derecha tu preferido. Si votas desde un móvil para que puedas votar pon la página en versión web (no en versión móvil).

III CONCURSO MICRORRELATOS DE TERROR


FINALISTAS:

Microrrelato 1:
Un escalofrío recorrió mi espalda.
Frente a mí, una intermitente luz roja. ¿Cómo había llegado hasta allí? 
Miré a mi alrededor. Era un lugar muy común, era el cruce de una calle. La inconfundible luz roja del semáforo grabada en mi retina. 
Al mirar a mi alrededor, me percaté una vez más de que me encontraba completamente solo. La niebla se colaba entre mis dedos, la brisa que movía mi cabello, parecía real.
Caminé a lo largo de la calle, mirando continuamente detrás de mí.
Comencé a temblar. Sentí a alguien detrás de mí. No podía moverme. No quería mirar hacia atrás. Alguien o quizá algo estaba detrás de mí.
Rogue a Dios que nada malo pasase.
Caí al frío suelo de la calle.
DayDreamer




Microrrelato 2:
UNA SIMPLE CITA

Al final he aceptado salir con él. Han dicho algo en la mesa de al lado que me ha hecho gracia. Me rio y él también pero no me enseña sus dientes. Yo, antes de la ortodoncia, tampoco los mostraba. Pobrecillo, estará acomplejado.
Decide acompañarme a casa y, mientras volvemos, pasamos por una tienda de decoración. Aprovecho para mirarme en un espejo, pero solo aparezco yo en él. Decido llamar a mis padres pero, rayos, mi móvil no tiene batería. Me vuelvo hacia él y ahora me sonríe mostrándome sus afilados dientes. Demasiado tarde.
Slytherin


Microrrelato 3:

FLOTAR
Flotar, bonita sensación. Floto con la brisa, acariciando las frías lápidas que se encuentran al pasar. Los gritos de sus víctimas al borde de la muerte me deleitan.
Giro a la derecha, en dirección a los chillidos. Mis ojos se inyectan en sangre. 
Lo veo. Me escondo detrás de una tumba. La víctima yace en el suelo y Él jadea, contemplando su obra. Floto, acercándome silenciosamente y, en un momento de confusión, agarro el cuchillo.
Veo cómo se desgarra con suavidad en su estómago, mientras esputa sangre.
Ya no volverá a matar a nadie por pura diversión. Ya no volverá a matar a nadie... como me mató a mí.
Anastasia Fraile Rojo


Microrrelato 4:
Me despierto sobresaltada al escuchar mi nombre a gritos. Intento moverme pero algo me lo impide. De reojo consigo mirar el reloj. 4:58 ¿Qué está pasando? Noto como algo me presiona, casi no puedo respirar. No puedo articular palabra. Miro de un lado a otro intentando ver algo, pero nada. La aguja de los segundos empieza a sonar, parece una cuenta atrás. Tic tac. Solo ha pasado un minuto. Mi nombre otra vez acompañado del ruido provocado por la caída de algo de mi escritorio. Tic tac, tic, tac,  me retumba en la cabeza, cada vez más fuerte. De repente para, solo faltan tres segundos para las cinco. Todo parece normal, entonces estiro el brazo para encender la luz cuando toco algo frío. Un escalofrío recorre mi cuerpo, una mano... Tic tac.
Inefable



Microrrelato 5: 
EN EL POZO
Escribo desde la profundidad más oscura.
Soy Juan, estudiante del Cascales.
Me he quedado atrapado en el pozo del patio. Llevo horas, quizá un día o dos aquí metido. No puedo salir y mis amigos Luis y Enrique no aparecen. Se fueron y me encerraron como una broma pero la broma dura mucho. Esto es la nada más absoluta. Estoy seguro. Voy a morir y este lugar acabará maldito. Todos aquellos que se asomen a este círculo me verán sin verme pero yo (lo sé) despertaré en sus sueños. Seré su pesadilla por las noches, y en la noche de San Juan saldré a bailar a la luz de la luna.
PDT: Joder, tíos, ya está bien. Menuda película me estaba montando. Dejadme salir ya, cabrones.

        En el pozo

Microrrelato 6:

TERROR
La habitación estaba a oscuras. Solo la iluminaba una vela en una esquina del cuarto. Tenía una nota: “Escribe”. 
Esa luz ni siquiera alumbraba una salida.
Había una silla en ruinas, estaba atado a ella. Una mesa en el mismo estado y sobre ella un bolígrafo y un papel. Solo podía hacer eso... escribir.
Se dispuso a ello. Sus dedos congelados por el terror apenas podían sujetar el bolígrafo. Una sensación invadía mi cuerpo, el miedo... Ponía algo más en la nota... Solo disponía de cien palabras para describir lo que sentía, precisamente por eso.
Élide


Microrrelato 7:

TÚ O YO
Yo era la invisible. Yo era la peor.
La que nadie miraba.
La hermana de la mejor, la otra.
Pero ya está.
Fui a la cocina. Cogí un cuchillo.
Fui a su cuarto.
Ella duerme.
En un mínimo segundo todo terminó.
Yo tengo su sangre en mis manos.
Yo soy ella. Ahora soy yo la única.
Yo soy la mejor.
Es a mí a la que todos miran.
Corvo Bianco




Microrrelato 8:

Ahí está, mirándome fijamente. Todo comenzó cuando mis amigos escucharon hablar de la leyenda de Monry. Esta decía que quien escribiese su nombre tres veces en un espejo tendría un encuentro con ella. Mis amigas y yo teníamos curiosidad. Un viernes después de clase, fuimos a las antiguas aulas abandonadas para hacer lo que creíamos “una tontería”. Una vez allí, todo pasó muy rápido, solo recuerdo el sonido de puertas abriéndose y cerrándose, cristales rompiéndose y un susurro que decía: “Ya no estaré sola”. Después de eso me encontraba a oscuras en la misma habitación. No sentía mi cuerpo, no sentía nada. Ahora estoy aquí, contando las horas y ella está allí, de pie, mirándome.
Rubia

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